Las gestiones para organizar los XXV Juegos Olímpicos en Barcelona, se iniciaron en 1981 dos años después de implantarse la democracia en España. Su principal impulsor fue el Alcalde de Barcelona Narcís Serra, previa solicitud al Rey Juan Carlos I.
Por lo tanto, la ciudad de Barcelona que ya había intentado ser sede de unos juegos olímpicos en 1924 y 1936, volvió a presentar su candidatura para los de 1992 convencida de que a pesar de la crisis económica -que en aquel momento afectaba a nuestro país- se podía ofrecer al mundo una organización a la altura de las mejor realizadas hasta la fecha.
Juegos más brillantes de la historia
La prueba de maratón de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 cerraba los Juegos más brillantes de la historia. Ciertamente, se desarrolló por un circuito muy atractivo, bordeando toda la costa del Maresme, entre las localidades de Mataró y Barcelona cuya distancia entre ambas era de 32 kilómetros todos ellos rodeado de las azules aguas del mar Mediterráneo.
Además, el resto de la ruta se desarrolló por las principales avenidas y calles de Barcelona, hasta llegar al Estadio de Montjuic. De este modo, los maratonistas visitaron los lugares más emblemáticos de la ciudad como el templo de la Sagrada Familia, el edificio de La Pedrera, La Casa Batlló, las Ramblas, Plaza de Cataluña y Paseo de Gracia, para finalizar hasta lo alto de Montjuic, con un gran desnivel que evidentemente influyó en las marcas registradas.
Sorpresa: No ganaron los favoritos
Esta prueba, siempre tan esperada, fue dominada por los corredores coreanos y japoneses que de forma sorprendente se impusieron a todos los favoritos con una actuación magistral, como consecuencia del brutal desnivel final cuando muchos atletas ya exhaustos por el esfuerzo realizado a duras penas pudieron llegar al final.
Como resultado, el ganador fue el coreano Hwang Young-Cho con un tiempo de 2:13,33, quien se impuso en un apretado duelo al japonés Koichi Morishita que marcó 2:13,43 y del alemán Stephen Freigang, que lo hizo con 2:14,00. Todos llegaron totalmente extenuados y el ganador fue sacado en camilla de la pista al cruzar la meta.
La presencia española fue bastante discreta, con Diego García, clasificado en el noveno lugar con 2:14,56 seguido de Rodrigo Gavela en el dieciocho y Esteban Montiel en el treinta y tres.
Finalmente, la Maratón femenina fue dominada por la soviética Valentina Yegórova del equipo Unificado con una marca de 2:.32,11 seguida por la japonesa Yuko Arimori con 2:32,11 y de la neozelandesa Lorraine Moller con 2:33,59.
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